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Historia de la Lectura

Historia de la literatura
Este término se refiere a una de las tres disciplinas de la ciencia de la Literatura, aquella que sirve del punto de vista diacrónico. La Historia Literaria se ocupa del estudio de los textos literarios, entendiendo por éstos los ya eminentemente artísticos o bien en sentido general los textos de cultura, arte y pensamiento. Es tan antigua como la cultura humanística, alcanzó a fines del siglo XVIII su culminación como "Historia Universal de la Literatura. En el siglo XIX tuvo lugar la gran y múltiple elaboración de las Literaturas nacionales, constituidas a partir del criterio de lengua. La historiografía literaria mantiene una necesaria relación estable y de complementariedad con la crítica literaria y la teoría de la Literatura, al igual que con la metodología comparatista en la medida en que supere la concepción limitada de Literatura Nacional o acceda a alguna determinación de objeto cultural más extenso que el de lengua o a algún proyecto de universalidad.
La primera Historia de la Literatura Universal fue la redactada originalmente en italiano por Juan Andrés: Dell’Origine, progressi e stato attuale d’ogni letteratura que en español significa: Origen, progresos y estado actual de toda la literatura (Madrid, 1784-1806). La primera Historia de la Literatura Española fue la escrita en alemán por Friedrich Bouterwek (1804).
La Literatura antigua (Hasta el siglo V)

Literatura y escritura, aunque obviamente relacionadas, no son sinónimos. Los primeros escritos de los antiguos sumerios no son literatura, ni las primeras inscripciones en jeroglíficos egipcios. Los textos literarios más antiguos que nos han llegado datos de siglos después de la invensión de la escritura.
Los investigadores están en desacuerdo sobre cuando los registros antiguos se convierten en algo más semejante a la «literatura», ya que su definición es subjetiva. Sin embargo, debe tenerse en mente que, dada la relevancia o el aislamiento de las culturas antiguas, el desarrollo histórico de la literatura no ocurrió en forma uniforme en el mundo.
Otro problema al tratar de aproximarse a una historia global de la literatura reside en que muchos textos han desaparecido, ya sea deliberadamente, por accidente o por la total extinción de la cultura que los originó. Mucho se ha dicho, por ejemplo, sobre la destrucción de la Biblioteca de Alejandría creada en el siglo III a. C. y sobre los innumerables textos fundamentales que se cree se hayan perdido entre las llamas en el año 49 a. C. Así, la supresión deliberada de textos complica el estudio.
Ciertos textos primarios, sin embargo, pueden ser considerados como los primeros pasos de la literatura. Ejemplos muy antiguos son el Poema de Gilgamesh (del siglo XVII a. C), y el Libro de los muertos, escrito en el Papiro de Ani (que se data hacia el siglo XIII a. C.).
La Literatura egipcia no solía incluirse en las primeras historias de la
Literatura, porque los escritos no se tradujeron a las lenguas europeas hasta el siglo XIX, cuando se descifró la Piedra Rosseta.
Muchos textos se transmitieron por tradición oral durante siglos, antes de que fuesen fijados mediante la escritura, por lo que son difíciles de datar. El núcleo del Rig-veda parece datar de mediados del II milenio a. C. en la región del actual Pakistán. Los escritos de la India posteriores al Rig-veda (como los textos Bráhmana y los Upanisad), así como el Tanakh hebreo y la colección de poemas místicos atribuidos a Lao Tze, Tao te Ching, que probablemente daten de la Edad de hierro, aunque determinarlo es controvertido.
La Ilíada y la Odisea de Homero provienen del siglo VIII a. C. y marcan el inicio de la Antigüedad clásica. Estas obras también tenían una tradición oral previa que parece provenir de fines de la Edad de Bronce.
Literatura antigua de India:

·  Literatura védica: Ejemplos de escritos antiguos en sánscrito, incluyen los textos sagrados del hinduismo, como el núcleo de los Vedas y los Upanishada.

·    Literatura en sánscrito clásico: Ejemplos de trabajos en sánscrito clásico son el Asta-dhiai de Panini que estandariza la gramática y fonética del idioma clásico y las Leyes de Manu, importante texto del hinduismo. Kalidasa es considerado el gran dramaturgo de literatura en sánscrito.

·      Literatura en prácrito: La forma más sobresaliente del prácrito fue la pali, que se usó en India, Sri Lanka y el sudeste asiático y como herramienta de propagación del budismo, de trabajos filosóficos, poesía y obras gramaticales.

Literatura antigua de China:

La literatura china se inició hace más de tres mil años y se calcula que hasta el siglo XVII se habían escrito en China más textos que en el resto del mundo. Los primeros documentos escritos que se pueden considerar literatura provienen de la dinastía Zhou.
La filosofía china siguió un camino distinto a la griega, ya que, en lugar de presentar diálogos extensos, optó por Analectas como las de Confucio, Lao Zi y Tao Te Ching, es decir, se presenta en proverbios didáctico-morales.

Literatura antigua de Japón:

En el llamado período arcaico, entre los siglos III y VI d. C., Japón produjo sus primeras obras literarias: las crónicas Kojiki (Memorias de los sucesos de la humanidad) y Nihonshoki (Anales de Japón), así como las poesías Manyoshu (Colección de diez mil hojas 4500 poemas) que serían recopiladas en el año 760. Sin embargo, el período clásico de la literatura japonesa comenzó a fines del siglo VIII.

Literatura griega:

Muchos autores consideran que la tradición literaria occidental comenzó con los poemas épicos la Ilíada y la Odisea que siguen siendo grandes figuras en el canon literario por sus descripciones y el manejo de temáticas como la guerra y paz, honra y deshonra, amor y odio.
Se cambió la literatura occidental por siempre al introducir el diálogo y la interacción en el teatro. Su obra cumbre fue la trilogía la Orestíada. Otros talentos dramáticos fueron Sófocles, quien convirtió la ironía en técnica literaria, en su obra Edipo rey, y Eurípides, que utilizó el teatro para desafiar las normas sociales en Medea, Las Bacantes y Troyanas, obra aún notable por desafiar la percepción común de nociones como la propiedad, el género y la guerra. Aristófanes, un comediante, usó esas ideas en un tono menos trágico en sus obras: Lisístrata y Las ranas.
Literatura medieval (siglos V-XV)



















Literatura Europea:

Muchos de los acercamientos y de los estilos literarios inventados por los griegos y romanos dejaron de usarse en Europa hasta el renacimiento florentino. Hubo pocas innovaciones, las concernientes a literatura se agrupan tradicionalmente en Materia de Roma, Francia y de Gran Bretaña.
En Asia y África, se preservaron las obras griegas, basándose en ellas para nuevos desarrollos literarios. Aunque se había perdido mucho por el paso del tiempo y las catástrofes (como la de la biblioteca de Alejandría). Algunos escritos fueron copiados cuidadosamente por los escribas musulmanes.

Entre los textos europeos fueron frecuentes las hagiografías o las «vidas de los santos». La obra de Beda y otras continúan la tradición histórica basada en la fe comenzada por Eusebio de Cesarea alrededor del año 300.
Con la Psychomachia de Prudencio, comenzó la tradición de los cuentos alegóricos, tan socorrida en la literatura medieval.
Godofredo de Monmouth escribió su Historia Regum Britanniæ (Historia de los reyes de Bretaña), que presentó como hechos reales de la historia de Gran Bretaña. Entre ellas están las de Merlín el mago y el rey Arturo.
El interés de los musulmanes por preservar los escritos filosóficos y científicos griegos llegaría a afectar la escritura en Europa; por ejemplo, la obra del célebre teólogo Tomás de Aquino tiene fuerte influencia aristotélica.

Literatura árabe:

La literatura árabe surge con dos importantes recopilaciones, el Mu'allaqat y el Mufaddaliyat, aunque había una tradición oral previa de la que proviene, por ejemplo, la historia de Simbad. Sin embargo, es el Corán, lo que más ha tenido efecto en la cultura árabe en general. No sólo es la obra más significativa del periodo, sino que también es la más complicada en estructura.
Otra vertiente literaria es la tradición hadiz en los hechos y dichos del profeta Mahoma, cuyas recopilaciones más importantes son las de Muslim Haýýaý, que incluía 9200 extractos y la de Muhammad Ibn Ismail Bujari. Mahoma también inspiró las primeras biografías en árabe, conocidas como Sirah nabawiyyah; la primera fue escrita por Wahb ibn Munabbih, pero la más conocida es la de Muhammad ibn Ishaq.
 La poesía ha sido un género muy usado por la cultura árabe, ya sea en verso o en prosa rimada, con temas tan variados como himnos religiosos, poesía mística, ataques personales, poesía erótica y referente al vino.
En cambio, hay poca literatura de ficción, tal vez en parte por la distinción entre la Fusha (lengua literaria) y la Ammiyyah (lengua común), porque se consideraba que la literatura debía servir no sólo de entretenimiento, sino a fines morales y educativos. No obstante, hubo muchos hakawati o cuenta cuentos, que narraban las partes entretenidas de obras didácticas o fábulas tradicionales. La gran obra (y rara excepción) de la literatura de ficción árabe es “Las mil y una noches”, sin duda lo más conocido de su literatura y cultura.

Literatura persa:

De la cultura persa, el libro probablemente más famoso en occidente es el Rubaiyat una colección de poemas con estrofas de cuatro líneas, del escritor, matemático y astrónomo Omar Jayyam

Literatura turca:

Entre los siglos IX y XI surgió entre la gente nómada de Turquía y Asia Central una tradición de literatura oral épica, como el Libro de Dede Korkut y la épica Manas. Entre los primeros escritos en prosa épica están Kutat-Ku Bilik (Bendiciones y sabiduría) de Yusuf Has Hajib, Divan-i Lugat-it Turk y el diccionario enciclopédico de Mahmut Kasgari y Mir Ali Shir Nava'i.

Literatura de China:

La poesía lírica evolucionó mucho más en China que en la Europa anterior al siglo X, durante las dinastías Han, Tang y Song surgieron muchas formas poéticas nuevas. Probablemente los mejores poetas chinos fueran Li Bai y Du Fu. Además, la imprenta comenzó durante la dinastía Tang.
La Sutra del diamante, obra clave del budismo, fue encontrada en una cueva a principios del siglo XX y es el libro impreso más antiguo del que se tiene noticia.
Algunos autores consideran que la forma literaria llamada novela se originó en China, con las llamadas cuatro novelas clásicas chinas, en particular con Romance de los Tres Reinos de Luo Guanzhong (en el siglo XIV), aunque otros creen que más bien pertenece a la forma épica.
Entre los escritos no literarios, destaca Alberca de sueños un largo tratado con ensayos.

Literatura japonesa:

El período Heian, la etapa clásica de la literatura japonesa, duró de finales del siglo VIII a fines del siglo XII. Fue entonces cuando se comenzó a escribir con caracteres japoneses y otro rasgo característico del período es el protagonismo de mujeres cultas en las cortes.
En el siglo X se hizo una recopilación de poemas de 50 años atrás, llamada Kokinshu. Además, la obra en prosa Ise-Monogatari (Cantares de Ise), influyó después sobre las dos obras más importantes de esta era, ambas escritas por mujeres en el siglo XI: Makura no Sōshi (Libro de la almohada), escrita por Sei Shōnagon y Genji Monogatari (Romance de Genji), escrita por Murasaki Shikibu.
Destacan también las más de mil historias de China, la India y Japón, reunidas en Konjaku Monogatarishū (Cuentos de antaño), que quedaron abandonados en un templo budista hasta el siglo XVIII.
Literatura de la edad moderna europea (siglos XV-XVIII)

Literatura renacentista:

Surgió por entonces una forma literaria que luego desembocaría en la novela. Una de las más conocidas de esta primera época es la Utopía de Tomás Moro.
Las obras dramáticas de entretenimiento (opuestas al propósito moralizante) volvieron al escenario. William Shakespeare es el dramaturgo más notable, pero hubo muchos más, como Christopher Marlowe, Molière, y Ben Jonson.
Del siglo XVI al XVIII los ejecutantes de la Commedia dell'arte improvisaban en las calles de Italia y de Francia, pero algunas de las obras fueron escritas. Tanto las obras improvisadas como las escritas con base en un esquema tuvieron influencia sobre la literatura de la época, particularmente sobre el trabajo de Molière. Shakespeare y Roberto Armin, que retomaron los bufones y jugadores para crear nuevas comedias. Todos los papeles, incluso los femeninos, eran representados por hombres, eso cambiaría primero en Francia y luego en Inglaterra también, hacia fines del siglo XVII.
Las formas de teatro conocidas en el tiempo de Spencer se incorporan en el poema de forma no tradicional.
Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes ha sido llamado «la primera novela» (o la primera de las novelas europeas modernas). Fue publicada en dos partes, la primera en 1605 y la segunda en 1615. Puede ser vista como una parodia de las novelas caballerescas, en la cual la diversión proviene de una nueva forma de tratar las leyendas heroicas populares.


Literatura del Barroco:

A diferencia del Renacimiento, el Barroco se caracteriza por la idea del desengaño y por el pesimismo. Las temáticas frecuentes en esta literatura son la vida como lucha, sueño o mentira y la fugacidad de los hechos humanos, plasmadas en un estilo suntuoso y recargado. La literatura barroca hace uso desmedido de la adjetivación, el hipérbaton, la elipsis, la metáfora, la perífrasis, la antítesis y las alusiones mitológicas.
La literatura barroca tuvo diferentes maneras de manifestarse, el Eufuismo de los poetas ingleses, el Preciosismo en Francia, el Marinismo en Italia, la Primera y Segunda escuela de Silesia en Alemania y Conceptismo y Culteranismo en España.
Entre los escritores barrocos están, en español Luis de Góngora, Francisco de Quevedo y Villegas, Sor Juana, Bernardo de Balbuena; en catalán Francesc Fontanella, Francesc Vicenç Garcia, Josep Romaguera; en portugués António Vieira, Gregório de Matos, Francisco Rodríguez Lobo; en inglés los poetas metafísicos: John Donne, George Herbert, Andrew Marvell, Henry Vaughan y en alemán Andreas Gryphius y Angelus Silesius.
La Literatura

En el siglo XVII, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos del siglo XVIII se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A mediados de la misma Lessing utiliza la «literatura» para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa. En Inglaterra, en el siglo XVIII, la palabra «literatura» no se refería solamente a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas. Por eso Eagleton sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida, no se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas. En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación del discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra «poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de Shelley. En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de «visionario» o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una producción 
vulgar carente de inspiración.

El término literatura y sus adjetivos:

Según Castagnino, la palabra literatura adquiere a veces el valor de nombre colectivo cuando denomina el conjunto de producciones de una nación, época o corriente; bien es una teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de conocimientos adquiridos mediante el estudio de las producciones literarias. Otros conceptos, como el de Verlaine, apuntan a la literatura como algo superfluo y acartonado, necesario para la creación estética pura. Posteriormente, Mauriac propuso el término "aliteratura" en contraposición a «literatura» en el sentido despectivo que le daba Verlaine. Así, Castagnino concluye que los intentos de delimitar el significado de «literatura», más que una definición, constituyen una suma de adjetivaciones limitadoras y específicas.
Si se considera la literatura de acuerdo con su extensión y su contenido, la literatura podría ser universal, si abarca la obra de todos los tiempos y lugares; si se limita a las obras literarias de una nación en particular, es Literatura nacional. Según los medios expresivos y procedimientos, Castagnino propone que la literatura tiene como formas de expresión el verso y la prosa y sus realizaciones se manifiestan en géneros literarios, universales que se encuentran, más o menos desarrollados, en cualquier cultura; lírico, épico y dramático. Manifestaciones Líricas son aquellas que expresan sentimientos personales; Épicas, las que se constituyen en expresión de un sentimiento colectivo manifestado mediante modos narrativos, y Dramáticas, las que objetivan los sentimientos y los problemas individuales comunicándolos a través de un diálogo directo. A estos géneros literarios clásicos habría que añadir además el género didáctico. El fenómeno literario ha estado siempre en constante evolución y transformación, de tal modo que el criterio de pertenencia o no de una obra a la literatura puede variar a lo largo de la historia.

La literatura como práctica de escritura:

La literatura no es un corpus de obras, ni tampoco una categoría intelectual, sino una práctica de escritura. Como escritura o como texto, la literatura se encuentra fuera del poder porque en ella se está produciendo un desplazamiento de la lengua, en la cual surgen tres potencias: Mathesis, Mímesis, Semiosis 1. Como la literatura es una suma de saberes, cada saber tiene un lugar indirecto que hace posible un diálogo con su tiempo. Como en la ciencia, en cuyos intersticios trabaja la literatura, siempre retrasada o adelantada con respecto a ella: “La ciencia es vasta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que nos interesa la literatura.” Por otra parte, el saber que moviliza la literatura no es completo ni final. La literatura sólo dice que sabe de algo, es la gran argamasa del lenguaje, donde se reproduce la diversidad de sociolectos constituyendo un lenguaje límite o grado cero, logrando de la literatura, del ejercicio de escritura, una reflexibilidad infinita, un actuar de signos.

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